Beneficios del ejercicio en adultos mayores
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Cierto, con el paso de los años, puede que cada vez sea más difícil practicar algún tipo de deporte o actividad física, pues es una realidad que conforme envejecemos, nuestro cuerpo también comienza a resentir esos cambios, ya sea por la pérdida de masa muscular, fuerza o incluso la propia motivación para mantenerse activo.
Sin embargo, dicen por ahí que la edad es solo un número y, pese a los cambios físicos que nuestro cuerpo llega a presentar, también es una realidad que mantenernos activos a una edad avanzada puede traer consecuencias más positivas que negativas, incluso, sin la necesidad de realizar rutinas tan exhaustivas.
Salud física y mental
Algo tan sencillo como caminar, bailar, nadar o levantar pesas ligeras, son algunas de las actividades que se pueden practicar sin la necesidad de realizar una exigencia máxima, el objetivo solo consiste en ejercitarse para mantener fuerza muscular y salud cardiovascular, así como también flexibilidad y equilibrio.
Pero la activación física no solo beneficia al cuerpo, sino que también es vital para la mente. A menudo, personas de la tercera edad llegan a padecer síntomas de depresión y ansiedad; sin embargo, al hacer ejercicio se liberan endorfinas conocidas como hormonas de felicidad, esto ayuda a mejorar el estado de ánimo y promover una sensación general de bienestar.
Convivencia social
Desafortunadamente, algunas personas mayores llegan a experimentar procesos de soledad y aislamiento, perjudicando por completo su estado emocional y provocando justo estos problemas de depresión y ansiedad que mencionamos anteriormente.
La solución de esto bien podría ser practicar alguna actividad física por la posibilidad que existe de generar interacción social, ya sea participando en clases de ejercicio en grupo, sesiones de baile o caminatas comunitarias, fomentando así la formación de nuevas amistades y sentido de pertenencia.
Ejercicio con responsabilidad
Pero como siempre hemos mencionado aquí en Fitness Town, es muy importante que antes de iniciar con alguna rutina o programa de ejercicio, siempre se consulte en medida lo posible a un profesional de la salud, esto es vital para evitar algún tipo de lesión o percance que pueda tener consecuencias relevantes.
También es fundamental que las personas mayores adapten su rutina de ejercicios a sus capacidades y necesidades específicas. Actividades de bajo impacto y moderados son los más recomendados, al final se trata de hacerlo con responsabilidad para siempre anteponer la integridad y el bienestar de uno.
Y recuerda que cualquier movimiento es mejor que ninguno. 😉